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¡Hemos llegado a las dos mil visitas!
Estela y yo hemos decidido que -si queréis- podemos hacer algo especial para celebrarlo.
Para ello necesitamos ideas. Si tenéis alguna sugerencia, podéis contactar con nosotras en Twitter (María y Estela).
Si no venís con ninguna no haremos nada y todos moriremos de tristeza.

Capítulo diecisiete.

Come up to meet you, tell you I'm sorry. You don't know how lovely you are, cantaba, al ritmo de una de sus canciones preferidas de Coldplay.

Los dos cogidos de la mano, pensaron en sus futuros.
-¡Vamos a pasar al cole de los mayores!- decía ilusionado aquel niño que no sabía lo que le esperaba en su primer curso de primaria.
-Tengo miedo, ¿no son muy mayores? Prefiero quedarme aquí, contigo.
Se querían. Pero era un amor inocente, de mentirijilla. Se llamaban amigos especiales, y no sabían estar el uno sin el otro. Eran prácticamente almas gemelas, aunque eso ellos todavía no lo sabían.
Jamás pensaron que algún día se separarían.


 *Abrir Whatsapp.*
Alicia: ¿Entonces dices que está noche puedes?

Y fue entonces cuando se acordó. Tenía una cita con Alicia. Una cita. Hacía tiempo que quería verla. Tiempo: desde que vio su foto de perfil de Whatsapp.
Qué egoísta era. Se había pasado la tarde entera escribiendo, e inspirándose, como decían los buenos escritores, que ni se había acordado de aquella chica que tanto le había ayudado en los últimos días.
A veces hay que anteponer el deber al placer.
Tenía que estudiarse cien páginas de Historia de los países de habla inglesa, y todavía no había empezado. Quería hasta poder encontrar un rato para ir a la playa, pero el conserje le había prohibido volver a pasar por la puerta de la residencia; sabía que no había adelantado mucho en sus estudios, y que le vendría bien concentrarse un poco.
No se podía permitir hablar con ella. Aunque era lo único en lo que pensaría, días después.

*Responder; enviar; apagar el móvil.*

Quizás el destino de verdad existe. Quizás estábamos destinados a separarnos. Subió el volumen de los altavoces, despreocupado por cualquier queja que pudieran tener los de la habitación de al lado.
Volvió a rememorar el fin de semana en la playa. Volvió a dibujar su sonrisa en su mente.
Entonces, ¿por qué tuviste que volver a aparecer?


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