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¡Hemos llegado a las dos mil visitas!
Estela y yo hemos decidido que -si queréis- podemos hacer algo especial para celebrarlo.
Para ello necesitamos ideas. Si tenéis alguna sugerencia, podéis contactar con nosotras en Twitter (María y Estela).
Si no venís con ninguna no haremos nada y todos moriremos de tristeza.

Capítulo seis.

Se acopló en el taburete, mientras las personas que llenaban el bar, posaban su mirada en ella, en sus vaqueros ajustados y su camisa a cuadros. En su trenza pajiza y en lo bien maquillados que tenía los ojos. Se aclaró la voz y acercándose al micrófono, dijo:
-Gracias por venir, a todos. Empiezo con una canción que compuse el otro día; 'El odio hacía la Reina de Corazones'. Va para un amigo, aunque no esté hoy aquí.
Volvió a toser, suplicando que Álex hubiese grabado sus palabras. Quería enseñarle esa actuación a Jaime, enseñarle que se había acordado de él, y que incluso supo escribir una canción con una frase suya. Sonrió en los primeros acordes; ninguno de los que estaban allí se creerían que ese 'amigo', solo fuese amigo. Porque la gente desconfía, y porque las rubias, nunca han sido de fiar.

Segunda canción, y tercera. Un cover de Coldplay y un descanso. Un par de vasos de lo de siempre, y se vio rodeada de gente diciéndola que era buena en lo suyo, que la guitarra hacía una mezcla homogénea. Que querían oír más. Vuelta a acomodarse en el taburete, a aclararse la voz, y a esperar aplausos. Hacer un par de chistes, desmelenarse, y tocar otra canción. Y otra. Y una a capella, y otro cover más. Una hora tras otra, tras otra, y cada vez menos gente en el bar, cada vez más dinero en la barra. Cada vez, la sonrisa de Álex era mayor. Más bonita, más brillante. Sin quitarle la vista de encima, y eso la daba una seguridad inmensa. Él le daba la mayor seguridad, con su melena revuelta y su cabeza moviéndose al compás. Tierno de mierda, pensó. Sonrió, pero esta vez, no estaba pensado en Álex, ni en ninguna de las personas de bar. Jaime. Sentado en última fila, asintiendo y aplaudiendo a destiempo, tomándose algo en su honor. Tonterías, pensó, jamás querría venir a algo así.

-Eh, rubia. -Se giró. Álex la miraba fregando el último vaso sucio de la barra.- Buen concierto. ¿Cuánto era lo que te quedabas...?
-La mitad de las consumiciones durante estas dos últimas horas.
-Uhm, pues lo siento, está todo mezclado,  no sé cuánto es lo tuyo -Se rió, y dejó el vaso bajo la barra, despreocupado, profesional.
-Vamos, Álex, no me jodas.-Alicia tamborileaba con los dedos en la barra, nerviosa, con la guitarra al hombro. Echaba de menos a Jaime, hacía días que no hablaban, quizá estuviese ahora mismo conectado...- Tengo prisa.
-¿Cita con el novio? -Vaciló arqueando las cejas- Toma, lo de hoy, menos lo que valía la última bebida que pediste.
Tres billetes.
-Eres un imbécil.

2 comentarios:

  1. asdfghjklsdfghjk,ldsghmk,lfh
    ME HE ENAMORADO DE ESTE BLOG, JO.

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  2. Me encanta Estela, además de que me impresiona la facilidad que tienes para adaptarte a todos los estilos.
    Siempre me ha gustado tu blog porque era diferente a todos los que antes había leído, y tenía un estilo muy lírico que siempre me ha sorprendido, y ahora te leo escribiendo capítulos y me sorprendes de igual manera.
    No sé como lo hacéis ninguna de las dos, pero lo que escribís engancha, además de que los personajes son entrañables y las situaciones a pesar de que son usuales hacéis que sean especiales.
    Os vais a cansar de mí porque ahora voy a comentar en el otro capítulo que ha escrito María, así que hasta ahora.
    Y gracias por hacer mis tardes más amenas.
    Un beso.

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